Esta calle discurre entre las plazas de Curros Enríquez (antiguamente calle del Hospital) y de la Peregrina (que se encontraba extramuros y a la que se accedía previo paso a través de la puerta de Trabancas), encontrándose a su paso con la calle San Sebastián (antiguamente conocida como Pichelería y rúa Cega) y la praza da Ferrería junto a la cual discurre en su último tramo.
Uno de los márgenes de esta calle se encuentra totalmente flanqueado por soportales, de ahí su nombre. En estos soportales se establecían antiguamente los establecimientos de comerciantes que tenían que ver con la industria de la herrería como espaderos, cuchilleros, y fabricantes de escudos, lanzas y otros instrumentos metálicos. Esta industria era en su tiempo conocida y respetada tanto a nivel nacional como internacional.
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| Otto Wunderlich, 1929 10 de octubre de 2021 |
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