Se prolonga entre la
avenida de Marín y la calle de
Rosalía de Castro y cuenta con una curiosa configuración con una calzada central de dos carriles, uno para cada sentido de circulación, y dos viales de servicio con un carril de circulación, líneas de estacionamiento y aceras. La calzada central se encuentra separada de las vías de servicio por dos líneas de plátanos de gran porte, que confieren un aspecto de galería ajardinada, sobre todo en los meses de verano. Dicho efecto galería se aprecia muy bien en esta fotografía tomada a mediados de los sesenta.
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Diario de Pontevedra, 8 de agosto de 1966 |
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25 de septiembre de 2013 |
En la superficie que hoy ocupa una gran glorieta existía una intersección en la que se produjeron diversos accidentes a lo largo de su historia, como el que se puede ver en la siguiente imagen, a finales de la década de los sesenta y con un Renault 4/4 como protagonista.
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Diario de Pontevedra, 1967 |
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2013
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También se deduce de las imágenes que inicialmente la calle solo contaba con la calzada central y, probablemente con la intención de no talar el arbolado existente, se optó con buen criterio por construir en los márgenes las vías de servicio que existen hoy en día.
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Diario de Pontevedra, 13 de julio de 1970 |
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25 de septiembre de 2013 |
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