domingo, 17 de octubre de 2021

Ponte da Ría de Pontevedra

Desde 1973, año en que el Estado adjudica la concesión para la construcción y explotación de la autopista del Atlántico entre Ferrol y Tui, surge en Pontevedra una fuerte polémica en torno al trazado de la misma a su paso por la capital. La discusión se centraba en si dicho trazado debía cruzar la ría o bien atravesar por el interior del término municipal. Tanto es así que los primeros planos de la urbanización de Monteporreiro, ejecutada a finales de la década de los setenta, incluían la previsión del paso de la A-9 por el margen Oeste de dicha urbanización, discurriendo de forma paralela a las vías de ferrocarril. Pero, finalmente, se optó por la solución de construir un puente sobre la ría y bordear la ciudad por el Oeste, a pesar del fuerte impacto visual generado al cegar gran parte de las vistas existentes.

Denominado oficialmente como Ponte da Ría, cuenta con una longitud total de 700 metros, de los cuales 267 metros pertenecen al cuerpo central con un único apoyo intermedio en forma de V. Las labores para su construcción dieron comienzo el día 21 de diciembre de 1989 y se prolongaron durante dos años, entrando en servicio como parte del tramo Pontevedra Norte - Pontevedra Sur el 25 de marzo de 1992.

En esta primera imagen nos encontramos con el apoyo central de la calzada sentido Sur en sus primeras fases de construcción.

Desconocido, octubre de 1990
Septiembre de 2013

En esta otra imagen vemos el proceso de construcción en una fase ya muy avanzada, sobre todo en la estructura de la calzada sentido Sur que casi se ha unido al viaducto de acceso en el margen de Poio.

Desconocido, julio de 1991
6 de agosto de 2021

Aproximadamente por la misma época se tomó esta otra fotografía desde el muelle de As Corbaceiras, que da una visión más general de la obra.

Desconocido, julio de 1991
2 de noviembre de 2020

1 comentario:

  1. enxendro horrendo que tapa a ría coma unha muralla noxenta, que vergoña para o alcalde que permitiu isto, seguro que habería outra solución menos impresentable. Digna continuidade dos alcaldes que esmagaron o noso patrimonio dende o ano 1835.

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