domingo, 28 de noviembre de 2021

Praza da Peregrina

Esta emblemática plaza pontevedresa puede considerarse en la actualidad como el centro neurálgico de la ciudad. Sin embargo su aparición es tardía, surgiendo a finales del siglo XVIII como una explanada periférica situada fuera del recinto amurallado y junto al camino portugués de Santiago, justo antes de que éste cruzase la muralla a través de la puerta y torre de Trabancas.

En esos terrenos de extramuros se decide levantar una capilla provisional de madera para la imagen de la Virgen Peregrina, que quedaría terminada el 24 de diciembre de 1776. Dos años más tarde, el 18 de junio de 1778, gracias a la apertura de una cantera en un monte próximo, se coloca la primera piedra del templo que conocemos hoy en día. Las obras propiamente dichas se prolongaron hasta 1792, aunque no sería hasta el año siguiente cuando quedarían instaladas las campanas, la puerta principal, las vidrieras y el atrio. Y todavía hubo que esperar al 2 de agosto de 1794 para proceder a la bendición inaugural del nuevo santuario. Dicho santuario es la capilla de la Virgen Peregrina, que preside la plaza homónima desde hace ya más de 225 años.

Desconocido, ca.1867                                                                  18 de abril de 2021

La arquitectura de la capilla es una mezcla de estilo barroco tardío y formas neoclásicas típicas de finales del siglo XVIII, con una original planta en forma de concha de vieira y terminación en cruz. La fachada principal es convexa y se encuentra flanqueada por dos torres.

Está precedida por un atrio que a lo largo de su historia sufrió importantes modificaciones. Inicialmente se construyó un antepecho de cantería con dos escaleras laterales de acceso y una fuente central presidida por una cruz. Sin embargo en 1887, dentro de un conjunto de obras de renovación de calles y pavimentos, se decide eliminar la fuente central de piedra para abrir el espacio transformándolo en una amplia escalinata. Años más tarde se decide recuperar la configuración inicial del atrio reconstruyéndolo a imagen y semejanza del original, obra que se comenzó el 20 de diciembre de 1954, se concluyó a principios del año siguiente, y se mantiene en pie hasta nuestros días.

Desconocido, ca.1904                                                                  13 de septiembre de 2020

Se puede decir que esta capilla no nació con mucha suerte, y es que solamente un año después de su terminación, el 26 de febrero de 1795, una fuerte tormenta resulta en el derrumbe de parte de su torre Norte. La falta de presupuesto impidió culminar su reconstrucción hasta casi ochenta años más tarde, coronándose la nueva torre con un pararrayos el 9 de noviembre de 1873.

El 28 de octubre de 1896 se trasladan las campanas de la torre Norte a la torre Sur, y en la torre Norte se instalan el reloj y las campanas que presidían la fachada del antiguo hospital de San Juan de Dios, situado en la actual plaza de Curros Enríquez, que estaba a punto de ser demolido.

Ya en el año 1982, la capilla es declarada monumento histórico-artístico.

La evolución de las diferentes modificaciones que han sufrido tanto la capilla como el atrio a lo largo de los últimos 150 años pueden verse en las siguientes imágenes.

Foto 1. Imagen de 1867 (no sería hasta 1873 que se reconstruiría la torre Norte). El cerramiento del atrio todavía conservaba su configuración original con la balaustrada y la fuente de piedra central. Foto 2. Entre 1873 y 1887 la torre Norte se encuentra reconstruida y se mantiene la estructura del atrio original. Foto 3. En 1887 se sustituye la balaustrada y la fuente por una amplia escalinata. Todavía no se ha instalado el reloj.

Fotos nº4 y nº5. A finales de 1896 se coloca el reloj del hospital de San Juan de Dios en la torre Norte. La configuración de estas fotografías, con el reloj instalado y la gran escalinata, se mantendría hasta mediados del siglo XX. Foto nº6. En 1955 la capilla adquiere el aspecto actual, con el reloj en la torre y el atrio reconstruido con un aspecto similar al original.

Y ya volviendo a la plaza propiamente dicha, contamos con una primera imagen fechada a inicios del siglo XX, con la calle Michelena al frente y la zona que ocupaba la puerta de Trabancas, demolida en 1852, a la derecha.

Francisco Zagala, 1904
26 de julio de 2020

La vista de la plaza desde Michelena no habría variado demasiado su aspecto de no ser por las horribles medianeras que quedaron enmarcando la capilla tras la edificación, con incomprensibles criterios, de las parcelas de la calle Daniel de la Sota en la década de los sesenta.

Desconocido, ca.1960
13 de septiembre de 2020

A la derecha de la siguiente imagen se encontraba hace ya más de cien años la botica de Perfecto Feijóo, en la que vivió el loro Ravachol entre 1891 y 1913, hoy recordado con una escultura de bronce y homenajeado cada año por Carnaval.

Diario de Pontevedra, 1966
7 de agosto de 2020

A finales del siglo pasado la plaza contaba con un denso tráfico rodado procedente de Benito Corbal y Peregrina en sentido a Michelena. 

Ediciones París JM, 1967
1 de agosto de 2020

En esta última imagen, de 1970, ya se había consumado la construcción en Daniel de la Sota, resultando unas antiestéticas medianeras mirando directamente a la capilla. La lógica urbanística aplicada durante los años del desarrollismo se me escapa.

       Fotografía Aérea y Terrestre, S.L., agosto de 1970                                          13 de septiembre de 2020                        

sábado, 27 de noviembre de 2021

Praza da Ferrería

Gran plaza situada dentro del viejo recinto amurallado, la más tradicional y popular de la ciudad a lo largo de toda su historia, y punto de reunión por excelencia de la población en los últimos siglos. Para hacerse una idea de la historia que carga a sus espaldas, sólo hace falta indicar que las primeras citas documentadas referentes a esta Ferrería datan de los años 1325 a 1330.

Antiguamente en plena plaza existía una gran fuente que fue financiada por Carlos V en el año 1537 y construida en 1554, la cual recibía a los peregrinos en ruta a Santiago tras su acceso al recinto amurallado a través de la puerta de Trabancas. De ahí se convirtió en popular la mítica cantiga: Pontevedra é boa vila, da de beber a quen pasa. A fonte na Ferrería, San Bartolomé na praza. Ahí permaneció la fuente hasta que en 1857 se decide su desmontaje con el objetivo de reubicarla frente al viejo cuartel de San Fernando (actualmente Facultad de Bellas Artes). Sin embargo este traslado nunca llegó a materializarse, y la fuente permaneció desmontada, en manos de la Sociedad Arqueológica, hasta que en 1929 se procede a su reinstalación, esta vez en los jardines de Casto Sampedro, a unos 50 metros de su ubicación original.

A Ferrería antes de 1852. A la izquierda la puerta y torre de Trabancas, y a la derecha la fuente ahora reubicada.

En la Edad Media conocida como plaza de Trabancas, adoptó el nombre de Ferrería hacia 1820 en recuerdo a los antiguos artesanos en ella instalados, que producían todo tipo de armas e instrumentos de hierro y que se hicieron famosos a lo largo y ancho de todo el país. En 1854 se cambió el nombre oficial por el de plaza de la Constitución, aunque finalmente sería recuperada su denominación anterior durante el siglo XX.

Editorial EJG París-Irún, ca.1903
2013

En la foto de 1903 se aprecia que ya no se encuentra presente la vieja fuente, en esos momentos almacenada en las ruinas de Santo Domingo a la espera de una nueva oportunidad que llegaría casi 25 años después. Y en esta otra imagen, de la misma época, se observa el convento de San Francisco todavía sin el gran rosetón que hoy exhibe en su fachada principal.

Editorial EJG París-Irún, ca.1903
29 de agosto de 2020

A principios del siglo XX todavía no se habían construido los dos grandes edificios que a día de hoy presiden la plaza. En su lugar se encontraban viejas casas de una planta, aunque ya contaban con soportales, como actualmente.

Editorial Messageries Maritimes, ca.1903
30 de agosto de 2020

La fotografía más antigua de la plaza de la que conocemos fecha exacta de toma la realizó Francisco Zagala durante la fiesta de los Mayos de 1904, con la colaboración de la multitud y de la chavalada en primer plano.

Francisco Zagala, 1 de mayo de 1904
13 de septiembre de 2020

Pocos años después se tomó otra imagen desde un punto muy similar al de la fotografía anterior, publicada ésta, como tantas otras, como tarjeta postal de la época.

Fototipia Thomas, ca.1908
18 de abril de 2021

No sería hasta la década de 1910 que se construirían los dos edificios que comentábamos antes, uno de ellos recientemente rehabilitado por completo y con la fama de tener los pisos más exclusivos de la ciudad, y el otro actualmente (2021) en fase de renovación.

Colección Diario de Pontevedra, 1919
29 de agosto de 2020

Han pasado más de noventa años, pero la mayor parte de la plaza de encuentra casi como en ese ya lejano ayer.

Loty - Arquivo Histórico Provincial de Lugo, 1928
30 de agosto de 2020

Desde las escalinatas del convento de San Francisco tampoco vemos unos cambios demasiado profundos en el último siglo.

Loty - Arquivo Histórico Provincial de Lugo, 1928
29 de agosto de 2020

Con respecto a la década de 1960, caracterizada por la explosión del sector automovilístico en España, el mayor contraste con que nos encontramos es la gran cantidad de coches estacionados en los alrededores de la plaza, algo que ya hará unos cuarenta años que no se recuerda.

Ediciones Fisa, 1967
7 de noviembre de 2021

Aquí vemos los jardines de Casto Sampedro y la fuente que antiguamente se encontraba en plena Ferrería totalmente cubiertos por la nieve. Fue tras la última nevada importante que se recuerda en la ciudad a día de hoy (2021), y se produjo el 14 de enero de 1987. La primera nevada que viví, y yo en la cama con varicela. No hay derecho.

Desconocido, 14 de enero de 1987
29 de agosto de 2020

Y de la misma época es esta postal, que mostraba un apacible atardecer en la villa. Como se puede ver, la fotografía más actual la tomé en plena mañana de nochebuena del 2020, ese famoso año que acabó al grito de "váite 2020!". Esperemos que los próximos vayan mejorando el tema.

Ediciones Arribas, 1987
24 de diciembre de 2020

domingo, 21 de noviembre de 2021

Praza da Leña

Icónica plaza pontevedresa que adoptó su denominación oficial debido al uso que de ella se hizo en siglos pasados, tiempos en los que era popularmente conocida como O Eirado da Leña al montarse allí diariamente el mercado de venta de madera, piñas y demás material chamuscable para su uso como combustible. Aunque dicho mercado se celebraba a diario, el lunes era la jornada más destacada: ese día llegaban a la ciudad los carros cargados con la madera de roble que tanto apreciaban los panaderos para alimentar sus hornos.

Francisco Zagala, 1902
17 de febrero de 2021

En el primer cuarto del siglo XX todavía era habitual el mercado de leñas en esta plaza, como demuestra esta fotografía de 1919.

Colección Diario de Pontevedra, 1919
16 de agosto de 2021

En esta plaza se encuentra el primer edificio que albergó la sede del Museo Provincial de Pontevedra, fundado el 30 de diciembre de 1927 por iniciativa de la Diputación Provincial, e inaugurado oficialmente el 10 de agosto de 1929, momento en que abre sus puertas al público en este edificio de Castro Monteagudo. En la siguiente foto, de la colección de Ruth Matilda Anderson, vemos el edificio unos años antes de ser reformado para acoger la sede del Museo.

Ruth Matilda Anderson, septiembre de 1924
25 de agosto de 2021

En esta otra imagen, del fotógrafo alemán Otto Wunderlich, nos encontramos ya con el museo en funcionamiento en el mismo año de su inauguración. Previamente, este edificio construido en torno al año 1760 contó con multitud de usos, como por ejemplo la casa de comidas La Flor en los primeros años del siglo XX, como se ve en la primera fotografía del presente artículo.

Otto Wunderlich, 1929
1 de agosto de 2021

Otto Wunderlich hizo varias tomas de la plaza como parte de su extenso trabajo en la ciudad y a lo largo de toda Galicia.

Otto Wunderlich, 1929
1 de agosto de 2021

Al parecer, el cruceiro de piedra que preside la plaza fue instalado en el año 1941 procedente de Caldas de Reis, donde fue descubierto por Daniel Rodríguez Castelao hacia 1930. Según se cuenta, este cruceiro se encontró roto en varios pedazos y fue recompuesto provisionalmente para el estudio de Castelao acerca de las cruces de piedra en Galicia, y finalmente fue colocado en esta plaza pontevedresa.

Otto Wunderlich, 1929
16 de agosto de 2021

En los años setenta del siglo pasado los coches campaban a sus anchas por el casco histórico pontevedrés, pero desde 1990 el tráfico rodado ha desaparecido del entorno de esta plaza, así como de la totalidad del centro histórico desde 1999. Siempre a excepción del paso de servicios y residentes.

Fotografía Aérea y Terrestre, S.L., agosto de 1970
1 de agosto de 2021